miércoles, 10 de junio de 2020

Por un mundo en igualdad. (Segunda semana)

Como bien sabemos, los primeros años de una persona son constructivos a nivel biológico, cognitivo, social, emocional y psicológico. En esta etapa se construyen nuestros esquemas y estructuras a través de los cuales miramos el mundo. De estos esquemas derivan las creencias, atravesadas por las creencias parentales, sociales y culturales, que nos permiten asignar un significado específico a los acontecimietnos que vivimos. Como padres, madres, familias, docentes y sociedad estamos atravesados por preconceptos, expectativas y mandatos sociales que muchas veces no coinciden son los deseos de nuestras/os niñas y niños. Además, existen muchas creencias fuertemente naturalizadas acerca de cómo ser niño, niña, varón y mujer.

Trabajar con la infancia la perspectiva de género es una invitación a considerar las diferencias entre los niños y las niñas como construcciones sociales. En este sentido, será nuestro trabajo visibilizar la temática con el fin de combatir la discriminación y la estigmación a través de la educación.

Por eso es importante desarrollar la empatía, la afectividad, la sensibilidad, la cooperación o la creatividad, así como educar en la igualdad a través de los juegos, tanto en la escuela como en casa. Si no rompemos con los roles y estereotipos de género durante los primeros años de vida, posteriormente tendremos que dedicar mucha energía y tiempo en deconstruir todo aquello que se ha absorbido como natural.

Jugar a disfrazarse es una actividad importante que cada niño necesita experimentar. Los niños lo buscan de forma natural.  Cuando juegan a disfrazarse están representándose a sí mismos como otra persona. Pueden ser policias, panaderos, granjeros o animales. Los niños y niñas se ponen la ropa, los zapatos, un sombrero o cualquier otra cosa y lo utilizan de apoyo para representar un papel o contar una historia. Además, también desarrollan ideas sobre el mundo que les rodea cuando se involucran en estos juegos dramáticos.

Son muchos los beneficios que se aportan al jugar a disfrazarse.

  • Desarrollo de la creatividad y aumento de la imaginación. Ambas se desarrollan y se potencian en las primeras edades de los niños. Aprenden a expresarse con libertad y mostrar su forma de ver el mundo.
  • Eliminación de barreras y límites. Al disfrazarse de otra persona, el niño o la niña se arriesga y se atreve a mostrarse de un modo que antes no lo hacía. Quizás sea más valiente o más amistoso. Todo depende de lo que se disfrace.
  • Eliminar tensiones. Los disfraces potencian el pensamiento simbólico. Este tipo de juego consiste en representar la vida de un adulto o de un personaje de ficción. El caso es que ve el mundo a través de su propia visión. 
  • Expresión de sentimientos. Este tipo de juegos es utilizado en terapias infantiles para ayudar a los niños y niñas con problemas de timidez o miedos.
  • Desarrollo de la empatía. Al convertirse en otras personas, los niños y niñas aprenden a sentir los sentimientos de los demás de otro modo, por lo que se convierte en un punto realmente positivo.

Y que mejor manera de hablar sobre romper con los esterotipos que mediante un cuento.

Kevin, el protagonista de nuestra nueva historia, descubre lo difícil que es cumplir los cánones de belleza de una princesa y no dejar que le afecten las críticas. Pero él lo tiene muy claro "es una princesa y punto".

Así, de una manera amable y divertida, "Princesa Kevin" desmitifica lo que supone ser una princesa y promueve la curiosidad de niños y niñas sobre el mundo que les rodea. ¡Seguro que os va a encantar!



Y ahora...¿Por qué no hacemos una fiesta de disfraces? 

Os proponemos que cada uno y cada una se disfrace de lo que quiera tanto de forma individual como en familia y que nos enviéis vuestros vídeos y fotos para poder realizar una gran fiesta de disfraces y recogerlo todo como recuerdo.

Ahora es vuestro turno...¡A disfrazarse!



1 comentario:

  1. Lucía dice que Kevin iría más cómodo con el disfraz de sirena

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